Mapa global de visitantes

Mapa de visitantes

jueves, 3 de mayo de 2012

Vangelis [1977 GRE] Spiral [90 MB mp3 @320 kpps]

Después del deslumbrante trabajo en el precedente Albedo 0.39, Vangelis se embarcó en el arduo trabajo de preparar su siguiente disco, sabiendo que los dos previos eran ya discos de culto y decididos éxitos internacionales. La pregunta que cualquier fan se habría hecho (y que de hecho muchos se hicieron en la época) habría sido cómo superar lo hasta ahora realizado, cómo llenar las expectativas de los fans y seguidores, deslumbrados por dos álbumes conceptuales de enorme complejidad y belleza lírica. La respuesta del gran músico griego fue sencilla: regresar a lo simple, dirigirse a un concepto que le diera total libertad expresiva y compositiva. Ese concepto provino del Tao Te King, un libro de poesía y filosofía clásica chino que ha iluminado y guiado a innumerables generaciones de lectores a lo largo y ancho del mundo. Tal concepto aparecía en la parte baja de la portada del disco, ilustrado por un amplio cielo azul que es cruzado por un cable conector de audífonos, por cuya simple espiral saliendo de las nubes corre el sonido electrónico que parece dirigirse hacia el infinito, pero que al mismo tiempo se encuentra enraizado en la invisible tierra que en su ausencia parece aguardar su llegada para realizar el vínculo entre sonido y audición. 

De esta idea surgida de lo que C.G. Jung llamaría coincidentia oppositorum es que Vangelis elabora el tejido musical de su intenso y sorprendente nuevo álbum de 1977, Spiral, en el que la simpleza melódica, como en la pieza que da título y abre el disco, parece hallarse cercana a un impreciso minimalismo, con lo que de hecho Vangelis recupera la simpleza de trazos melódicos con la opulencia de su sonido sinfónico en el que se mezclan asombrosamente la música electrónica con ritmos jazzeados y atmósferas contrastantes. El resultado fue, de nueva cuenta, sorprendente, y refrescante. Al alejarse de toda pretensión conceptual que buscara superar aquellos manejados en los dos discos precedentes, Vangelis de hecho dio una lección de cómo los opuestos justamernte se atraen, y que el contraste entre temas decididamente explosivos, como el que da título al disco y "Dervish D", con aquellos más reflexivos como "Ballad" y "To the unknow man", y el inteligente tejido en espiral que vincula el tema de apertura del álbum con el de cierre "3+3", le dieron al disco un abierto carácter interrogativo, apenas disfrazado por el cable del audífono de la portada, al mismo tiempo que festivo y meditativo, característico de su música de ese periodo. Un disco en verdad deslumbrante, que no ha perdido su frescura y su carácte enigmático y poético.

3 comentarios: